jueves, 4 de agosto de 2016

Efecto invernadero podría acelerarse en próximas décadas

Las temperaturas, el nivel de las aguas y las emisiones de gases de efecto invernadero alcanzaron nuevos récords el año pasado, haciendo de 2015 el peor año de la historia moderna para una serie de indicadores clave, reveló ayer un calificado informe internacional.

Retroceso de los glaciares, sequías, inundaciones… El informe anual sobre el Estado del clima ("State of the Climate") traza un sombrío retrato de la Tierra, en un documento de 300 páginas en el cual participaron 450 científicos.

"Distintos indicadores, como las temperaturas en tierra, en la superficie de los océanos y las emisiones de gases de efecto invernadero batieron los récords registrados apenas un año atrás", subrayan los expertos.

"La mayoría de los indicadores de cambio climático continuaron mostrando una tendencia al recalentamiento del planeta", que registró récords de calor por segundo año consecutivo, indica el informe.

El fenómeno meteorológico

El Niño, particularmente vigoroso en 2015, "exacerbó" la tendencia al recalentamiento el año pasado, agregan los científicos.

"Bajo el efecto combinado de El Niño y de una tendencia a largo plazo al recalentamiento, la Tierra registró récords de calor por segundo año consecutivo".

Lluvia de récords

Las concentraciones de tres de los principales gases que provocan el efecto invernadero, el dióxido de carbono (CO2), el metano y el protóxido de nitrógeno, "alcanzaron nuevos techos en 2015", indica el documento, que se basa en decenas de miles de datos extraídos de numerosas fuentes independientes.

En Hawai, en el volcán de Mauna Loa, la concentración de dióxido de carbono registró en promedio anual "el mayor aumento desde el inicio del relevamiento de datos hace 50 años", lo que le permitió franquear por primera vez la barra simbólica de las 400 partes por millón (ppm), en 400,8 ppm.

En el conjunto del planeta, el CO2 rozó este límite en 2015, alcanzando 399,4 ppm, un alza de 2,2 ppm en relación a 2014.

El nivel de las aguas alcanzó su nivel más alto, con unos 70 milímetros más que el promedio registrado en 1993.

El nivel de las aguas sube gradualmente en la Tierra, con un avance de unos 3,3 milímetros por año, pero el aumento es más rápido en ciertos puntos del Pacífico y del océano Índico.

Este fenómeno podría acelerarse en las próximas décadas, a medida que los glaciares y los témpanos se derritan, amenazando la vida de millones de habitantes de las costas.

El año 2015 también marcó una temporada de lluvias más abundantes que el promedio, provocando graves inundaciones.

Severas sequías también afectaron superficies casi dos veces mayores en 2015 que en el año anterior (14%, contra 8% en 2014).

Propagación de algas

El Ártico, una zona particularmente sensible al cambio climático, continuó recalentándose.

"La temperatura en la superficie terrestre del Ártico registró los niveles alcanzados en 2007 y 2011, que constituyeron récords desde el inicio de las mediciones al comienzo del siglo XX, con un incremento de 2,8 grados Celsius desde esa época", según el informe.

Por el contrario, las temperaturas fueron más frías en la Antártida. En el mundo, el retroceso de los glaciares en los macizos de tipo alpino, continuaron por 36º año consecutivo.

Las aguas más calientes agravaron la propagación de algas, que afectaron el año pasado una importante región del Pacífico norte, desde California hasta la Columbia Británica, en Canadá, con "efectos significativos sobre la vida marina, los recursos costeros y los habitantes que dependen de esos recursos".

La temporada de huracanes en el Atlántico fue particularmente moderada por segundo año consecutivo, en gran parte como consecuencia de El Niño, aunque el número de ciclones tropicales "fue netamente superior al promedio global".



A FUTURO

Los millones de habitantes que viven en las costas son los que corren mayores riesgos. Se teme que en un futuro haya más inundaciones.


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