domingo, 1 de mayo de 2016

Agroflori: Conservando a las aves

UN ESPACIO QUE ALBERGA A MÁS DE 54 ESPECIES DE AVES EN COCHABAMBA | EL LUGAR PERFECTO PARA QUE LA SOCIEDAD CONOZCA SOBRE LA VIDA SILVESTRES Y EL CUIDADO DEL MEDIO AMBIENTE EN GENERAL.

Groflori Parque de las Aves empezó como un invernadero hace aproximadamente 22 años; hace cinco años está abierto al público.

“Nos preocupa el tráfico no solo de animales, también de vida vegetal, por eso tenemos bromelias y orquídeas nativas con el objetivo de mostrar y enseñar a los niños sobre nuestras plantas nativas y la vida silvestre. Agro significa que hacemos un círculo de vida completo”, dice Marcelo Antezana, creador de este aviario único.

El proyecto del aviario comenzó hace mucho tiempo cuando Marcelo Antezana trabajaba en el Lloyd Aéreo Boliviano como mecánico de aviones.

“Me mandaron de base a Santa Cruz, al aeropuerto el Trompillo, ahí veía cómo los animales eran traficados porque en los años 60, 70, Bolivia era uno de los lugares con mayor cantidad de aves exóticas del mundo. Teníamos permiso para exportar loros y los aviones transportaban muchas cajas de aves que salían a Estados Unidos y a otros países, había un tráfico legal de loros. Cuando entré de ingeniero de vuelo seguía ocurriendo lo mismo, ya eran cinco años, estábamos perdiendo cualquier cantidad de animales silvestres. De esta manera vino mi afición por cuidarlos y quererlos, además que desde niño estuve criado con un montón de animales”, cuenta.

Lamentablemente, al cochabambino le encanta tener un lorito hablador en su casa, es nuestro gran problema cultural. La compra de un loro involucra a 20 capturas por detrás, de los cuales 19 a 18 se han muerto para que esa persona pueda tener un loro en su casa. Esa es la relación del tráfico de animales silvestres. Se debe tomar conciencia no solo con las aves sino con el medio ambiente en general, dice Antezana.



EL AVIARIO

“Rescatamos animales de los lugares donde han sido encontrados o decomisados, por ejemplo, tenemos un águila escudada que está aquí desde hace siete meses, lo encontraron en un cable de alta tensión en el camino a Sacaba, lamentablemente si lo soltamos va a buscar una casa, un humano para que le de comer. Cuando un animal llega y está en mal estado, lo primero que hace cuando lo curas y alimentas, es volverse tu compañero, tu familia”, explica Antezana.

El aviario cuenta con diferentes especies de aves como los Guacamayos, azul, rojo y Guacamayo Macao. Además de tucanes entregados por la Gobernación y flamencos que rescataron de a sequia del Lago Popo.

“Los loros son animales superiores, especialmente los Guacamayos que son monógamos, se emparejan una sola vez en la vida, si pierden su pareja, muy difícilmente encuentran otra, es por eso que muchos de estos están en peligro de extinción porque no vuelven a aparear. Otro gran problema es que si tienes un loro macho o hembra saludables, de la misma edad, si no se gustan no forman pareja”, explica.

El aviario alberga también a Pionites Leucogaster, loro que habita en la zona de Riberalta, Guayaramerín, no está en peligro de extinción pero es un lorito que tiene mucha demanda en el mercado ilegal porque además de ser lindo y tierno, se domestica muy fácilmente, los capturan del lado brasileño y los llevan a Europa.

Los que están en peligro de extinción se llaman Amazona Tucumana, su hábitat está en Argentina, un 80 por ciento de su población está desaparecida y en Bolivia queda en un lugar muy específico de la parte central de Santa Cruz, explica. También tenemos la Pirula Molinae, un loro que normalmente vive en la zona donde están los menonitas, pero los están envenenando y capturando porque se comen las cosechas y estos animalitos cuando hay comida se proliferan más, se vuelven plagas, explica.

“Los frente roja solo hay en Cochabamba, Sucre, Santa Cruz y parte de Potosí, muchos científicos vienen a ver este loro porque es el único aviario de Sudamérica que tiene más de 15 frente rojas. También tenemos orquídeas endémicas de Bolivia, bromelia de flores rosadas y otras plantas nativas porque no solo nos preocupa el tráfico de aves, también el de plantas. Además, hay tortugas acuáticas, perdices inglesas y flamencos, entre otros”, cuenta.

Los loros no son animales para tenerlos en casa, ellos hacen conexiones de familia, no solo de pareja, si los separas del dueño, muchos se estresan y se comienzan a sacar las plumas. El aviario alberga a loros maltratados, tuertos, con alas rotas, etc. Lo que intenta Agroflori es darles una segunda oportunidad, volverlos a emparejar, los cura y les hace un seguimiento veterinario; se trata de un centro de rescate que busca la educación e interpretación ambiental.

“La alimentación de los loros es distinta, algunos sólo comen frutas, otros comen zanahoria, remolacha, espinaca, brócoli. Algunos comen maíz, girasol, alpiste. Trabajamos con una nutricionista que es bióloga y nos ha dado una lista de comidas que tiene que tener cada uno de ellos, pero en general se va variando el alimento, cada día les damos una cantidad de proteínas, carbohidratos, comen muchos frutos duros. Nosotros tratamos de darles la variedad de comida necesaria para todo”, indica.



AGROFLORI PARQUE DE LAS AVES

“Se están perdiendo muchos animales silvestres, no hay conciencia ambiental, es por eso que nosotros hacemos un trabajo de educación a los niños, para que el cambio empiece desde ellos. Los loros viven entre 100 y 120 años, no quiero que después de un tiempo esto se termine y no haya un seguimiento, por esa razón abrimos una sociedad fundación con Soledad Vargas en la que hay normas para darle una continuidad a este trabajo”, explica.

“Nosotros tratamos de rescatar a las aves, darles una segunda oportunidad, además los científicos aprovechan este espacio para estudiar a los animales que tenemos y crear una base de datos de los loros que se puedan reproducir en cautiverio. Nosotros no compramos animales, nos derivan de diferentes lugares; se hace un protocolo con las crías para poder introducirlas en sus zonas pero el problema es que estos animales al vivir en un aviario tienen contacto con perros, gatos y otros, tienen una alimentación distinta y para poder introducirlos hay que hacer un examen completo porque a veces, por reintroducir un loro al lugar que habitaba antes, se puede llevar una enfermedad y matar el resto de la población nativa. Lo que nosotros queremos es reproducir las especies que se puedan en cautiverio, por ejemplo, el caso de la Paraba Azul Spix en Brasil, solo queda en aviarios y se va a reintroducir a esos loros a sus nuevas hábitats para tratar de recuperar la especie en libertad”, dice.

“Entre nuestros planes a corto plazo está hacer una jaula para aves amazónicas con un hábitat completamente amazónico. Además estamos construyendo un aula de interpretación para niños, para que puedan pasar una clase de ciencias naturales, biología, medio ambiente, les vamos a pasar películas, documentales, enseñándoles lo que es el cuidado de la vida silvestre y la naturaleza en general”, dice.

El Aviario está abierto solo para colegios durante la semana, con hora y solo en las mañanas. Los domingos está abierto a la gente que quiera aprender sobre la vida silvestre y el medio ambiente en general, en un horario de 14:00 a 16:30. Al Entrar se le ofrece una visita guiada de una hora y media. El Aviario está ubicado en Quillacollo, Km. 12, entrando por la Avenida German Busch. Para más información llamar al 4365977.


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