viernes, 8 de enero de 2016

Inversión de $us 500 millones Bolivia y Perú firman acuerdo para sanear el lago Titicaca

Los gobiernos de Bolivia y Perú firmaron ayer un acuerdo de 10 años de vigencia, donde se comprometen a desarrollar políticas bilaterales para preservar el lago Titicaca, amenazado por la contaminación.

El convenio fue suscrito en La Paz por la ministra boliviana de Medio Ambiente y Aguas, Alexandra Moreira; y el ministro del Ambiente de Perú, Manuel Pulgar. Tiene el propósito de establecer los lineamientos y acciones para la recuperación ambiental y diversidad biológica de la zona lacustre.

El acuerdo será materializado con la inversión de $us 500 millones, forma parte de los compromisos adoptados por los presidentes Evo Morales y Ollanta Humala, en la Declaración de la Isla Esteves, del lago Titicaca, en junio de 2015.

La cuenca lacustre está ubicada en la frontera entre los dos países, a 4.000 metros de altitud sobre la costa marítima. Se halla afectado por la contaminación de aguas residuales domésticas e industriales, así como por el cambio climático.

Moreira explicó que el acuerdo bilateral se concentra en la reducción de presiones ambientales, la organización de actividades de concienciación, la contribución a la recuperación ambiental del lago y su diversidad biológica, que además incluye el fortalecimiento de la gestión ambiental integral de los dos países.

PRIMERA FASE

La primera fase de inversión del proyecto, que estará financiada con 63 millones de dólares, se centrará en la gestión de residuos sólidos y la cobertura de alcantarillado de las poblaciones cercanas al ecosistema acuático, para detener el problema de la contaminación orgánica.

En fases sucesivas, donde se invertirán entre 400 y 500 millones de dólares, hasta 2025, se abordarán problemas industriales, mineros, agrícolas y ganaderos, informó el Ministerio de Medio Ambiente boliviano.

Moreira destacó que Bolivia dedicó ya 1,5 millones de dólares, en 2015, a la construcción de plantas de tratamiento de agua residual en las poblaciones cercanas, que tienen que ser implantadas “de manera urgente”.

La ministra lamentó que el lago registre zonas contaminadas desde hace cincuenta años, producto de la industria y la minería en su entorno, y destacó un reciente episodio de “bloom” (acumulación repentina de algas en el sistema acuático), que supuso la pérdida de flora y fauna.

Afirmó que su departamento trabaja en optimizar los sistemas de riego para no utilizar en exceso el agua del lago y defendió utilizar la “biorremediación” de la polución acuática, mediante los juncos totorales, que constituyen “un sistema natural efectivo para combatir la contaminación y que están perdiendo extensión”.

RETOS

Los dos ministros destacaron que el Titicaca es recurso fundamental para una población de, aproximadamente, tres millones de personas, en los dos países, por lo que subrayaron la necesidad de colaboración ciudadana.

“Hay un número importante de personas que se relacionan con el sistema, pero tienen que aprender a relacionarse con él”, aseveró el ministro peruano, Manuel Pulgar.

Afirmó que su país licitará durante este año diez plantas de tratamiento de aguas residuales, por valor de 437 millones de dólares.

Explicó que uno de los retos para preservar el sistema del Titicaca es evitar las actividades de la minería ilegal en su entorno.

“Es importante enfrentar con decisión y a veces coercitivamente a quienes cometen actividades ilegales”, aseveró, a tiempo de comprometer su ayuda a los que ejercen sus actividades en zonas permitidas y tienen la voluntad de colaborar.

Pulgar recordó que el Titicaca es “fuente de las culturas ancestrales” de Bolivia y Perú, una razón más por la que debe ser preservada.

De su parte, el canciller boliviano, David Choquehuanca, destacó la importancia del lago como “lugar sagrado” y “centro energético de la tierra”, por lo que defendió la implicación de toda Suramérica y el mundo en su preservación.

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