viernes, 13 de marzo de 2015

Deforestación agrava cambio climático

Los bosques pueden combatir el cambio climático, pero si se reducen por efecto de la deforestación utilizada para ampliar la frontera agrícola, las pérdidas económicas y los desastres naturales podrían afectar con mayor intensidad al país en las próximas décadas. Dos expertos recomiendan mejorar la productividad agrícola e implementar mejores tecnologías para evitar la deforestación. La publicación presentada ayer “La Dinámica del Cambio Climático en Bolivia”, por sus autores, Likke Andersen y Luis Carlos Jemio, junto a otros investigadores, trae abundante información sobre los escenarios posibles del cambio climático en la próxima centuria.

DESAFÍO

El cambio climático es un desafío importante que requiere ser enfrentado con previsión e inteligencia a nivel global, nacional y local. Para poder implementar acciones adecuadas de mitigación y adaptación es importante contar con investigación relevante y equilibrada que pueda ayudar a dimensionar los problemas, identificar los sectores más vulnerables y priorizar intervenciones, señalan los autores.

El libro prevé los posibles impactos del aumento de temperatura y los cambios en el régimen de precipitaciones pluviales sobre la economía boliviana, y también los graves efectos de la deforestación en la vida de los bolivianos. El documento también presenta recomendaciones para mitigar los impactos negativos.

IMPACTO ECONÓMICO

Hasta el año 2100, en lo que resta del siglo XXI, las consecuencias del cambio climático en el país pueden afectar al Producto Interno Bruto (PIB) boliviano con la pérdida de casi un 8% del PIB en promedio, por sus efectos sobre la agricultura, recursos hídricos, infraestructura, generación de energía eléctrica, biodiversidad y la salud, según el estudio, auspiciado por la Universidad Privada Boliviana (UPB) y la Fundación Inesad.

MODELACIÓN

El documento presenta un análisis exhaustivo de los impactos directos e indirectos del cambio climático en Bolivia, a partir del aumento de la temperatura y los cambios mixtos en las precipitaciones y analiza las consecuencias socio-económicas potenciales en un horizonte que va desde el año 2000 y 2100. Estos estudios son fundamentales para poder priorizar adecuadamente iniciativas y políticas que permitan reducir la vulnerabilidad a nivel nacional y local en el país.

DEFORESTACIÓN

Otro de los aspectos fundamentales que muestra el documento es el comportamiento de la deforestación durante el horizonte de tiempo que se analiza en este el estudio. Se adoptaron las proyecciones de deforestación realizadas por Andersen (2013), por lo que en el modelo se estableció el vínculo existente entre producción agropecuaria, área sembrada y deforestación (Jemio, 2011).

FRONTERA AGRÍCOLA

La deforestación en Bolivia, en los últimos años, ha estado asociada a la expansión de la frontera agrícola, la cual a su vez ha dependido de la expansión de la producción de productos industriales alimenticios y de cereales principalmente.

El área sembrada de productos agrícolas industriales (soya, girasol, etc.) ha experimentado el mayor incremento en los últimos 19 años, puesto que se ha expandido de 221.700 hectáreas en 1991 a 1,4 millones de hectáreas en 2009, dice el estudio. La superficie sembrada de cereales por su parte creció de 527.8000 hectáreas en 1990 a 1,0 millón de hectáreas en 2009.

Ambos tipos de cultivos representaron el 81,1% del área sembrada para 2009. El resto de los productos agrícolas (frutales, estimulantes, hortalizas, tubérculos y forrajes) solo representa un 18,9 del área sembrada para ese año, cifra que ha permanecido prácticamente constante a través del tiempo.

CONSECUENCIAS

“Lo anterior muestra que no todos los productos agrícolas han contribuido de igual manera a la expansión de la frontera agrícola y por lo tanto a la deforestación”, señalan los autores.

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