sábado, 20 de diciembre de 2014

Tomas rurales de agua matan al emblemático Guadalquivir



El caudal del río Guadalquivir se desvanece y de a poco desaparece, la falta de agua deja ver un manto de piedras y arena. Ya no es aquel de hace 15 años, cuando las aguas alcanzaban topes máximos y permitían disfrutar de chapuzones en días de intenso calor. El río ya no es aquel que inspiró a poetas y cantautores tarijeños.

Hoy apenas se observa correr un pequeño riachuelo por un extremo del afluente que en un pasado fue navegable y en el que hasta se solía pescar. Las causas son diversas, la contaminación de las aguas residuales, el cambio climático y a esto se suma el desvío del cause del río hacía diversas comunidades campesinas que requieren de agua para el riego de sus cultivos.
Desde Tomatas Grande hasta El Angosto de Tomatitas, y nuevamente desde el puente Bolívar hacia San Blas y demás comunidades existen tomas de agua, lo que provocó la reducción del agua.
“Da pena ver un río así, en esas condiciones que está ahora y lamentablemente no se hace nada”, dijo la presidenta de la Comisión de Medio Ambiente del Concejo Municipal de Cercado, Soledad Guerra.
La autoridad edil indicó que por medio de denuncias tuvo conocimiento del desvío de agua hacia las comunidades campesinas para regar sus cultivos.
Las denuncias dadas a conocer a la Concejal Municipal fueron confirmadas por el secretario de Medio Ambiente y Agua del Gobierno Departamental de Tarija, Mario Gareca, quien reveló que desde la comunidad de Tomatas Grande, provincia Méndez, hay cientos de acequias o tomas de agua. “Inicia arriba y va bajando, a cada 200, 300 metros hay una toma de agua –mencionó Gareca–. Esto pasa hasta El Angosto de Tomatitas”.
Gareca señaló que todas las captaciones de agua van directamente para el riego de cultivos. Argumentó que el crecimiento de población en el área rural y el regreso de campesinos de la República Argentina han generado el incremento de las tierras de cultivo, las que necesariamente requieren de agua.
“Ha aumentado el calor, llueve menos y por supuesto que el río va ir secando, es difícil que vayamos a decirles a los campesinos que no capten el agua –manifestó–. La Ley de Medio Ambiente establece que se debe dejar un caudal ecológico que debe correr por el río”.

Bombeo
Guerra también señaló que hace un par de semanas se recibió una denuncia de vecinos de la zona de San Blas, quienes dieron a conocer que se observaron a cisternas extraer agua del río.
La autoridad edil dijo que asumirán acciones al respecto. “Es preocupante lo que está pasando en el río Guadalquivir, un río que hace años era banda a banda –dijo Guerra–.
Pero ahora no tenemos absolutamente nada de agua, está peor que una quebrada”.
Llamó a la reflexión a las autoridades municipales y del gobierno departamental, porque la tuición sobre el río es una responsabilidad que incluye a diversas instituciones.

No existe
entidad
que monitoree
el cause del río

No hay una entidad exclusiva que se dedique al monitoreo de la cuenca del río Guadalquivir. Este descuido ha llevado y provocado la “muerte” del emblemático río de los tarijeños. Ninguna de las tres provincias Méndez, Cercado y Uriondo asume acciones.
El secretario de Medio Ambiente y Agua, Mario Gareca, dijo desconocer si con anterioridad hubo alguna repartición encargada exclusivamente del Guadalquivir.
“Desde que asumí la Secretaria he tratado de hacer alianzas, acuerdos con otras instituciones u organizaciones –manifestó Gareca–. Tal es el caso del Servicio Nacional Holandés, con el Ministerio de Medio Ambiente y Agua del Gobierno”.
La concejal de Medio Ambiente y Agua del Concejo Municipal, Soledad Guerra, dijo también desconocer de alguna institución que se dedique al cuidado y conservación del río.
El afluente del Guadalquivir pasa por las provincias Méndez, Cercado y Uriondo, por lo que esas regiones, desde la problemática ambiental que afrontan, deben asumir tareas conjuntas a favor de la emblemática cuenca.

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