lunes, 15 de diciembre de 2014

Todos los países aceptan reducir sus emisiones

A última hora y después del pesimismo que cundió entre los negociadores, la cumbre del clima concluyó ayer con un acuerdo para combatir el calentamiento global en el que, por primera vez, todos los países se comprometan a reducir sus emisiones de gases de efecto invernadero.

El convenio, sin embargo, deja varios frentes abiertos, e insatisfacción.

Los países, de acuerdo con el texto “La llamada a la Acción de Lima”, deben presentar acciones para combatir el calentamiento antes del 1 de octubre de 2015 y sus compromisos deben ser “cuantificables”.

Durante dos semanas y un poco más, 195 países intentaron ponerse de acuerdo para lograr un documento que sea la base para un acuerdo que deberá ser firmado el próximo año en París.

La Conferencia de las Partes (COP20) que se realizó bajo el patrocinio del Gobierno peruano bajo el paraguas de la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre Cambio Climático, ha sido un duro ejemplo de lo difícil que es lograr que los países desarrollados y en desarrollo tengan objetivos comunes al momento de luchar contra los efectos del cambio climático.

Muchos se preguntan qué hicieron durante dos semanas los negociadores, cuando, al momento de los resultados, emergió un documento considerado tibio. Pero estas reuniones son así: días de negociaciones para que a los momentos finales surja la presión del tiempo y se acuerden pactos que no satisfacen nunca a todos.

Sin embargo, aunque se diga lo contrario, este documento contiene elementos válidos para lo que se deberá trabajar en París el 2015. Eso sí, pese a las dos semanas, al momento de la verdad, muchos puntos se dejaron abiertos para tratarse a principios de 2015 porque las partes no lograron ponerse de acuerdo.

En la madrugada de ayer (alrededor de la 1:30), recién se pudo firmar un documento final que sólo tiene cinco páginas de las 59 con las que empezó, lo que ya es un síntoma de cuánto se ha dejado todavía pendiente.

Lo destacado

Entre lo destacable, y que fueron los puntos que lograron destrabar la reunión que cada vez se complicaba más, y que Bolivia reclamaba que estén incluidos en el texto final, está el reconocer que los países tienen responsabilidades diferentes en la emisión de gases de efecto invernadero y, por lo tanto, en la obligación de disminuirla para evitar que siga subiendo la temperatura de la Tierra.

Este punto fue aceptado e incluido en el texto final. También el incluir referencias a la financiación de las ayudas de las naciones ricas a los países menos desarrollados para enfrentarse a los efectos del cambio climático.

El documento finalmente aprobado puso el acento sobre la necesidad de aumentar las ayudas, pero no establece cuánto ni cómo. También se incluyó el detalle sobre que las ayudas económicas de los países ricos se destinen a los países que sufren pérdidas y daños debido al cambio climático.

Avances en REDD+

Los países reunidos en Lima hicieron avances en el apoyo para evitar la deforestación. Colombia, Guyana, Indonesia, Malasia y México aportaron formalmente información y datos sobre el estado de sus reducciones forestales de emisiones de gases de efecto invernadero. Algo que meses antes había hecho Brasil.

Los puntos de referencia aumentan la posibilidad de obtener financiación internacional bajo iniciativas como la Reducción de Emisiones procedentes de la Deforestación y la Degradación Forestal REDD+. Bolivia tiene un mecanismo aparte. Los Tiempos quiso hablar con el jefe de la delegación boliviana al final del evento, pero no fue posible.

Los gobiernos de Perú y Francia, como presidencia designada de la próxima COP, lanzaron la Agenda de Acción Lima-París para catalizar la acción sobre cambio climático e incrementar la ambición antes de 2020 y apoyar el acuerdo de 2015. El Fondo Verde por lo pronto ya tiene 10.200 millones en la bolsa.

Queda claro que falta mucho por trabajar rumbo a París en reuniones que se realizarán en Suiza y Alemania en 2015.

Figueres: Los Gobiernos se van de Lima con optimismo

Manuel Pulgar-Vidal, ministro del Ambiente de Perú y presidente de la COP, dijo al cierre: “Lima ha dado una nueva urgencia para acelerar la adaptación y construir la resiliencia en el mundo en desarrollo, y, no en menor medida, fortaleciendo la conexión con la finanza y el desarrollo de los planes nacionales de adaptación”.

Christiana Figueres, secretaria ejecutiva de la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático (Cmnucc), señaló: “Los Gobiernos llegaron a Lima entre una oleada de noticias positivas y optimismo resultantes de los anuncios de acción climática hechos por la Unión Europea, China y Estados Unidos así como del aumento de las contribuciones al Fondo Verde para el Clima. Se van de Lima con una nueva oleada de positividad para París, con el acuerdo de una serie de decisiones clave y con agendas de acción que incluyen cómo lograr aumentar la financiación a la adaptación así como medidas forestales y en educación”.

Pulgar-Vidal lanzó la Red Global NAP formada por Perú, Estados Unidos, Alemania, Filipinas, Togo, Reino Unido, Jamaica y Japón y la Iniciativa de Lima en Conocimiento en Adaptación.



SEGÚN LAS ONG

Aprobaron un “plan a medio cocinar”

Lima | Efe

La mayoría de las organizaciones ecologistas y sociales que siguieron las negociaciones de la cumbre de cambio climático, abandonaron la reunión de Lima ayer con la sensación de que el acuerdo alcanzado es un “plan a medio cocinar para reducir las emisiones”.

La cumbre concluyó 36 horas después de la hora prevista con la adopción de un documento que perfila la estructura que debe tener el futuro acuerdo global de reducción de emisiones que se pretende adoptar en París en 2015, pero deja abiertos demasiados frentes para que el acuerdo sea un éxito.

A juicio de Tatiana Nuño, portavoz de Cambio Climático de Greenpeace España, el texto aprobado “es muy débil en la definición de cómo los países tendrán que presentar los compromisos para reducir las emisiones” de cara al futuro acuerdo.

“La negociación climática ha terminado con los países dejando todas las decisiones difíciles para el futuro”, dijo Nuño a Efe. No obstante, valoró que “el borrador que se negociará el año que viene para París incluya alcanzar cero emisiones de CO2 para el año 2050”.

Para Samantha Smith, líder de la Iniciativa Global de Clima y Energía de WWF, los Gobiernos reunidos en Lima optaron por un “plan a medio cocinar”.

“Los gobiernos fallaron rotundamente en alcanzar un acuerdo sobre planes específicos para reducir las emisiones antes del 2020”, afirmó.

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