jueves, 13 de noviembre de 2014

Irupana logra controlar incendio voraz que afectó a 150 hectáreas



Con agua en recipientes, palas, picotas y machetes en mano, autoridades y comunarios lograron controlar ayer un incendio voraz que afectó a 150 hectáreas de bosque del municipio de Irupana de La Paz. Una comunaria es la principal sospechosa.

En el municipio afectado, el olor a hierba quemada y humo impregnaba el ambiente. El cerro de Yanata —conocido por fomentar el deporte de parapente— terminó cubierto de cenizas a consecuencia del incendio que comenzó la mañana del martes.

La Razón evidenció que hasta las 11.00 de ayer, el 98% del fuego estaba bajo control, pero a las 14.30 tres focos de calor amenazaban con reactivarse. No obstante, el esfuerzo conjunto de comunarios, funcionarios de distintas instituciones y autoridades del municipio lograron apaciguar las llamas con el acarreo de agua en botellas pet, bidones de aceites y otros.

Según el informe preliminar del jefe de Bomberos de Unduavi, sargento Ángel Ugarte, el fuego afectó a 150 hectáreas de bosque, equivalentes a 300 canchas de fútbol, y tres ojos de agua (vertientes). El siniestro no causó daños personales ni materiales, ni a los servicios básicos.

Culpabilidad. Lugareños aseguraron que el siniestro comenzó a las 10.30 del martes e identificaron a la comunaria Marina Dávila como presunta responsable, pero de forma involuntaria, en su intento de quemar la maleza que creció en su lote, ubicada a 300 metros del pueblo.

“Ella misma (Dávila) ha reconocido su error porque dijo ‘yo he causado este fuego, pero ayúdenme a apagar, solo quería quemar la mala hierba que ha crecido en medio de mi papa walusa’. Entonces salimos en comitiva para apagar el fuego”, contó el vicepresidente de la Cooperativa de Aguas Virgen de las Nieves de Irupana, Julián Santos López.

Tres brigadas de 20 personas se desplazaron por el cerro Yanata, pues el incendio amenazaba los postes de luz y las antenas de radio Yungas y Entel. “Fue apaciguado a 200 metros de la red de alta tensión de la radio y 700 del surtidor”, aseguró el presidente de juntas vecinales, Williams Luna.

La casa de Juana Quispe fue la única que estuvo a punto de quemarse. “No sabía a quién pedir ayuda porque estaba sola con mi hijo de un año y mi hija de tres, tenía miedo dejarlos, pero más bien los del pueblo vinieron y salvamos mi casa”, relató cubierta de cenizas y los ojos irritados por la densa humareda en el municipio.

Donato Espinoza, de 53 años y oriundo del lugar, dijo no haber dormido por el temor de que el fuego llegue al pueblo, pues nunca antes había presenciado un incendio de tal intensidad. A todo ello, se suma la falta de lluvias desde hace mes y medio.

“Esta es la primera vez que se presenta un incendio tan grande. Pido a las autoridades comprar una avioneta para apagar rápido el fuego”, manifestó Quintín Condori, comunario que intentaba apagar las brasas con su machete. Cerca de las 20.15 de ayer, cuatro funcionarios de la Gobernación de La Paz y el director departamental de Seguridad Ciudadana, Jorge Vaca, informaron que el fuego estaba “controlado por completo” en el municipio.

No obstante, el secretario general de Irupana, Javier Cáceres, sostuvo que desde hace tres días se está chaqueando en Central Río La Banda, un poblado a cuatro kilómetros y medio de Irupana. Técnicos de la Autoridad de Bosques y Tierra (ABT) llegarán hoy al lugar para cuantificar los daños.

Comunaria será multada con Bs 1.000 por siniestro

La “autora confesa” del incendio deberá pagar una multa de Bs 1.000 y estará obligada a reforestar el lugar afectado, aseguró el concejal de la Alcaldía de Irupana Miguel Flores. La mujer habría indicado que solo pretendía quemar la maleza de su cultivo. “El Concejo Municipal se reunirá mañana para definir las sanciones correspondientes para Marina Dávila. Según las normas del municipio, le correspondería una multa de 1.000 bolivianos y la reforestación de la superficie dañada”, informó Flores a La Razón.

Freddy Sánchez, dirigente de la comunidad de Lavi (Irupana), sostuvo que el hecho “fue un crimen a la naturaleza” porque el fuego estuvo a punto de llegar a la población que representa. “La persona que ha provocado este daño tiene que pagar. Sugiero que se la expulse de la comunidad sin derecho a que regrese porque, pese a que está prohibido quemar y chaquear en este municipio, la gente lo sigue haciendo”, señaló.

Al mediodía de ayer, una comitiva se trasladó al terreno de Dávila, pero ella no se encontraba. El jefe de la Policía de Irupana, Antonio Pucho, indicó que las autoridades determinarán las responsabilidades. Los vecinos indicaron que la mujer está asustada. La directora del hospital del lugar, María Choque, sostuvo que el incendio provoca infecciones respiratorias, conjuntivitis (daño en ojos) e incluso diarrea en los niños por las cenizas y humareda.

No hay comentarios:

Publicar un comentario