martes, 27 de noviembre de 2012

CUMBRE EN DOHA Islas temen un "desastre gigantesco" por el calentamiento global

El acuerdo para lograr un segundo período para el protocolo de Kioto, luego de que expire el primero en diciembre, es esencial para el éxito de las negociaciones en la ONU que reagrupan a más de 190 países desde el 26 de noviembre al 7 de diciembre.

"Ya no podemos pretender más que no es de nuestra responsabilidad tomar medidas y hacerlo de manera urgente", lanzó Marlene Moses, representante de la Alianza de los pequeños Estados insulares (AOSIS, de 44 miembros) vulnerables al aumento del nivel del mar, en una sesión de apertura de los trabajos.

"Desde hace siete años", los países industrializados "hablan y hablan y hablan" de sus compromisos para reducir sus emisiones de gas con efecto invernadero luego del primer periodo de 2008-2012, declaró.

"Pero llega el momento en que hay que hacer el trabajo. Y este momento llegó", agregó.

Firmado en 1997, el protocolo de Kioto es el único tratado legalmente vinculante que fija objetivos cifrados de reducción de emisiones de gases con efecto invernadero en los países industrializados.

Los países en desarrollo defienden e impulsan este acto II de Kioto, "en nombre de la responsabilidad histórica" del norte en los desórdenes climáticos, recordó el martes la representante de China, expresándose igualmente en nombre de los otros países emergentes, India, Brasil y Sudáfrica.

Un fracaso de Kioto 2 "sólo aumentará la falta de confianza entre los países desarrollados y en desarrollo" en sus largas y laboriosas negociaciones sobre la lucha contra el cambio climático lanzadas en 1995, dijo por su parte el delegado gambiano en nombre de los países menos desarrollados.

A fines de 2011 la comunidad internacional llegó a un acuerdo sobre el principio de un segundo período. Pero este acuerdo se hizo con fórceps, ya que numerosos países industrializados consideran injusto e improductivo ser los únicos en atarse las manos con la reducción de gases con efecto invernadero.

Estados Unidos, segundo gran emisor de CO2, nunca ratificó el acuerdo. Entre tanto, China, que no está atado a objetivos vinculantes ya que es un "país en desarrollo", despegó económicamente y se convirtió en el primer contaminante del mundo.

De esta manera, el principio de Kioto 2 fue suscrito a cambio de la promesa de un acuerdo global, que incluya a todos los países, previsto en 2015 y para entrar en vigor en 2020.

Con una dimensión en un primer momento simbólica, Kioto 2 sólo concerniría a 15% de las emisiones globales de gases con efecto invernadero, las de la Unión Europea y de Australia, ya que Canadá dejó el protocolo, y Rusia y Japón no quieren un segundo período.

"La economía mundial cambió sustancialmente desde la firma del protocolo y la parte de emisiones cubiertas disminuirá", resumió el representante australiano.

Este tratado "sólo puede ser una parte de una acción más amplia para el clima", agregó.

Los debates deben centrarse en los detalles de Kioto 2. Los países en desarrollo y los grandes emergentes quieren que los países voluntarios revean al alza los objetivos cifrados que planean inscribir en el acto II del protocolo.

Australia quiere reducir sus emisiones en 5% y la UE en 20% para 2020.

El grupo de países insulares, por su lado, insisten para un plazo que comience en 2017, para no conservar mucho tiempo objetivos considerados muy bajos.

La UE hizo saber que esas cifras debían ser "un comienzo" y "no un techo", y abogó por la posibilidad de reverlos al alza una vez en marcha.

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