domingo, 8 de abril de 2012

Río+20, más que promesas para el planeta

EL DERECHO AMBIENTAL | SERÁ UNA DE LAS HERRAMIENTAS PARA LOGRAR ACUERDOS VINCULANTES EN ESTA REUNIÓN HISTÓRICA.

Río+20 no va a ser una reunión más. Al contrario, se prevé que sea una de las conferencias de más alto nivel en la historia “verde” de las Naciones Unidas. Esta vez no se aceptarán sólo promesas, sino que se espera que emerja como conclusión, un documento vinculante enfocado al desarrollo sostenible. Para asegurar que esto sí ocurra, por primera vez jueces, abogados, fiscales y otros juristas están organizando una reunión paralela para ver la forma en que el derecho ambiental puede ponerse en práctica, no sólo en el papel. El eje central de Río+20 será el desarrollo sostenible.

Una agenda urgente

La Conferencia de las Naciones Unidas sobre el Desarrollo Sostenible (CDS), tendrá lugar en Brasil los días 20-22 de junio de 2012, conmemorando el XX aniversario de la Conferencia de las Naciones Unidas de 1992 sobre Medio Ambiente y el Desarrollo (CNUMAD), celebrada también en Río de Janeiro, y el 10 º aniversario de la Cumbre Mundial 2002 sobre Desarrollo Sostenible (CMDS) en Johannesburgo.

La Conferencia se centrará en dos temas: una economía verde en el contexto de la erradicación de la pobreza, y el desarrollo sostenible, y el marco institucional para ese desarrollo sostenible.

"El desarrollo sostenible reconoce que los objetivos económicos, sociales y ambientales no son dos objetivos que deben enfrentar a unos contra otros, sino que están interconectados y se persiguen con mayor eficacia en conjunto, de manera integral", ha dicho al respecto el Secretario General de las Naciones Unidas Ban Ki-moon. "Necesitamos lograr un resultado en Río +20, que refleje este entendimiento y se relacione con las preocupaciones de todos", agregó.

Las conversaciones oficiales de Río+20 tienen que resolver los dilemas de cómo construir una economía verde para lograr el desarrollo sostenible y sacar a la gente de la pobreza, incluyendo el apoyo a los países en desarrollo que les permitan encontrar un camino verde para el desarrollo, y en cómo mejorar la coordinación internacional para el desarrollo sostenible.

Se calcula que Río+20 atraerá a unas 50.000 personas que tomarán parte de reuniones preparatorias y actividades paralelas durante buena parte de junio, y a unos 120 jefes de Estado y de gobierno entre los días 20 y 22 de ese mes, según las previsiones oficiales.

La cumbre paralela

La Cumbre de los Pueblos por la Justicia Social y Ambiental en Defensa de los Bienes Comunes se celebrará entre el 15 y el 23 en el parque Aterro do Flamengo, cerca del centro de Río de Janeiro, con unos 10.000 participantes y como un ámbito independiente de la conferencia oficial.

Representantes de unas 20 organizaciones sociales, sindicales, juveniles, femeninas, indígenas, campesinas y afrodescendientes se reunieron en Río para coordinar acciones y hacer los últimos preparativos de la gran movilización de junio.

Uno de los desafíos es incluir los derechos de los pueblos nativos en la concepción del desarrollo sostenible, ha dicho el activista Sander Otten, del comité técnico de la Coordinadora Andina de Organizaciones Indígenas (CAOI) que reúne a grupos de Bolivia, Colombia, Ecuador y Perú.

"Necesitamos exigir el cumplimiento de derechos que, en realidad, significan que los pueblos tengan la posibilidad de incidir en proyectos que se van a llevar a cabo dentro de sus territorios", dijo Otten.

Durante los días 17 y 18 de junio, un comité global de los pueblos indígenas debatirá los dos factores clave de ese asunto: la presencia e impacto de las industrias extractivas y el consentimiento libre, previo e informado de los pueblos indígenas sobre medidas que afecten a sus territorios, establecido en el Convenio 169 de la Organización Internacional del Trabajo.

Leyes “verdes”

Por su lado, los legisladores brasileños están decididos a que Río+20 sea exitoso, no están escatimando recursos para ello. Actualmente organizan una iniciativa paralela en busca de la atención de los medios y de la opinión pública. Se trata de Río Clima (Rio Climate Challenge, en inglés), que pretende profundizar el debate sobre el cambio climático entre el 14 y el 17 de junio. "Vamos a hacer una gran simulación de las negociaciones entre los países emisores de carbono y las entidades supranacionales para intentar llegar a un consenso", dijo el diputado Alfredo Sirkis, del Partido Verde, que preside una subcomisión especial en la Cámara de los Diputados de Brasil.

El objetivo es sostener una discusión, sobre bases realistas, que permita reunir los elementos de un acuerdo internacional para mantener la concentración de gases de efecto invernadero en la atmósfera por debajo de las 450 partes por millón, tal como reclama la ciencia para evitar un cambio climático desastroso.

A las negociaciones simuladas se invitará a facilitadores de los grupos BASIC (Brasil, Sudáfrica, India y China), de la Unión Europea, de Estados Unidos, Canadá, Australia, Japón, Indonesia y Rusia, de la Liga Árabe y de los pequeños estados insulares.

Mientras tanto jueces, abogados, fiscales y otros, se reunieron hace poco en Nueva York para promover el papel del derecho en la promoción del desarrollo sustentable en una reunión llamada Congreso Mundial sobre Justicia, Gobernanza y Derecho para la Sostenibilidad Ambiental.

Aunque hasta la fecha se negociaron numerosos acuerdos desde la Conferencia de Estocolmo, de 1972, y la

Cumbre de la Tierra, de 1992, los expertos señalaron que solo se logró un "avance limitado" en el cumplimiento de los objetivos de desarrollo sostenible.

Muy pocos acuerdos multilaterales lograron resultados significativos como el Protocolo de Montreal relativo a las sustancias que agotan la capa de ozono, suscrito en 1987 y que llevó a una caída de 98 por ciento en el consumo de substancias que disminuyen el gas.

Se espera mucho de Río+20, porque urge que de esta conferencia, los líderes mundiales, junto con los miles de participantes de gobiernos, el sector privado, organizaciones no gubernamentales y otros grupos, logren acuerdos en la manera en que se puede reducir la pobreza, fomentar la equidad social y garantizar la protección del medio ambiente.

(IPS, Terramérica).


¿Qué es desarrollo sostenible?

El desarrollo sostenible satisface las necesidades del presente sin comprometer la capacidad de las generaciones futuras para satisfacer sus propias necesidades. Visto como el principio rector de desarrollo a largo plazo, el desarrollo sostenible consta de tres pilares: desarrollo económico, desarrollo social y la protección del medio ambiente.

En los acuerdos importantes como las convenciones de Río se considera que el desarrollo sostenible requiere cambios fundamentales en tres áreas: cambio climático, biodiversidad y degradación de la tierra.

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