viernes, 11 de marzo de 2011

En Vinto los hombres amanecen de pie esperando frenar riadas

Los ojos enrojecidos de los pobladores, sobretodo de los varones, es la evidencia de que pasaron la noche casi sin dormir intentando contener las aguas del río y tratando de sacar el lodo de sus casas y sembradíos. Los comunarios afectados por la riada en Vinto temen que se caigan sus viviendas.

El alcalde de Vinto, Edgar Soliz, confirmó que siete casas se derrumbaron en distintas zonas.

Los ríos Ch’ulla y Tacata se desbordaron la noche del miércoles y dejaron viviendas y cultivos en medio del lodo. Con miedo a que las aguas continúen desbordando muchos abandonaron sus casas. El agua alcanzó el metro de altura.

“Hemos estado en las esquinas y en las casas altas, ahí hemos amanecido parados”, dijo Wilde Quispe, vecino de la calle La Plata.

Los varones trabajaron durante toda la noche tratando de que no ingrese más agua y lodo. Las mujeres y los niños durmieron en las casas de los vecinos menos afectados. “De golpe ha entrado el agua, mis wawas ya estaban nadando encima de la cama, han llorado, se han asustado... Nos hemos alojado en la casa de un vecino”, expresó Josefina Santos mientras caminaba, junto a otros pobladores, cargando bolsas de yute para ir a trabajar elevando los defensivos del río Ch’ulla.

La riada rompió paredes de adobe, causó la pérdida de cultivos de maíz, alfalfa, haba y remolacha, inundó las viviendas con lodo.

“El agua ha roto las paredes como a un huevo”, describió Florentina Crespo. Algunos propietarios de las casas mostraron con preocupación los huecos en las paredes que fueron provocados por la fuerza de la riada. Hablaban entre lágrimas, más por el temor de que vuelva la riada y derrumbe sus casas, que por las pérdidas que sufrieron.

Ayer los terrenos cultivados e incluso los patios de las casas y senderos parecían riberas de un río por la cantidad de lodo acumulado. Era dificil caminar. Gallinas, conejos y patos fueron víctimas mortales.

Agustina viuda de Crespo, de 78 años de edad, perdió sus cultivos de maíz y alfalfa. También murieron sus conejos. Viste pollera, ayer estaba abrigada con un chulo (gorro de lana), dos chompas y calzando abarcas, intentaba caminar hundiéndose en el lodo que anegaba su patio y sembradíos.

El agua rompió un surtidor

La fuerza de las aguas y la inundación en Vinto causaron la pérdida de miles de litros de gasolina y diésel en la estación de servicio “Diésel 1”, ubicado en el kilómetro 15 de la carretera Cochabamba - Oruro.

En el surtidor los tanques subterráneos se anegaron mezclando agua con combustible. Ayer la gasolina se evaporaba y el diésel se mantenía como en una piscina. Según informaron los trabajadores existían almacenados unos siete mil litros de gasolina y 19 mil de diésel.

Era imposible bombear esos líquidos ante los riesgos de contaminación de las aguas. Aguardaban la intervención de los técnicos de YPFB (Yacimientos Petrolíferos Fiscales Bolivianos) para que ellos vean la forma de tratar los líquidos y la posibilidad de separarlos para recuperar combustible.

Ahí el agua alcanzó hasta medio metro de altura. Ayer no atendieron durante la mañana, los trabajadores hicieron limpieza del lodo.

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