lunes, 14 de febrero de 2011

Unas 800 especies de aves hay en la Amazonia boliviana

Tucanes, urracas, golondrinas, parabas, carpinteros, halcones, águilas, loros, colibríes, lechuzas, búhos y siringueros son algunas de las especies de aves que habitan en la Amazonia boliviana.

De las 1.415 especies registradas en el país, según el Viceministerio de Biodiversidad, unas 800 están en la Amazonia. El 54% está en el libro Aves de la Amazonia boliviana publicado por la ornitóloga Eliana Flores Bedregal y el fotógrafo Carlos Capriles Farfán.

El libro contempla los nombres comunes de las aves, que en muchos casos son desconocidos, como por ejemplo el chachalaca pintada, pavajacuacu, cormoran olivo, aninga, rayador, guajojo, cuyabo y ermitaño enano.

Entre otros, también llamativos, están el frailecillo de bonete, tucusito, zafiro, quetzal pavita, capitán dorado, hormiguero alirufo, cristofue mayor, tirano picogrande y soldadito de plomo.

Conociendo a algunas

El tucán es una de las aves más famosas del mundo y preferidas como mascota. Con un corto y grueso cuello, su pico es su mayor atractivo por lo largo y colorido en gamas de negro, azul, rojo, blanco y combinaciones de ellos.

El “tucanechi bien adornado” es uno de los destacados de esta especie. A Flores le llamaron la atención las plumas onduladas de su cabeza, endurecidas y plateadas. “Su pico de varias tonalidades de rojo, verde, amarillo, es muy llamativo”, describe la bióloga.

Al igual que otras especies de tucanechi, se desplaza en grupo por el interior de la selva buscando frutas en la copa de los árboles. Algunas de estas especies están amenazadas porque se las caza para mascotas. No todos pueden domesticarse, remarca Flores.

Entre las aves más importantes que están amenazadas -registradas en el documento- está el águila harpía cuya voz se reconoce por el fuerte gemido que emite: “wheeeeeeee”.

Se alimenta en el bosque de monos, perezosos, aves y otros que persigue y atrapa al vuelo con gran agilidad.

Las parabas están en la misma situación, en particular la paraba Barba Azul, debido a que tiene una población pequeña la cual es constantemente amenazada por la demanda de la gente para tenerlos como mascota.

La paraba Barba Azul es endémica de Bolivia, se la reconoce por su cuello azul, tiene una apariencia más delgada, cola más larga y pico más pequeño que la paraba Azul Amarillo.

Otra endémica, que habitan únicamente en esa región, es el zorzal boliviano (Turdus haplochrous).

Las aves hormigueras también son interesantes para observarlas, como al hormiguero Plúmbeo (Myrmeciza hyperythra). Esta ave tiene un fuerte silbido y es especialista siguiendo a las hormigas guerreras. Permanece oculta dando pequeños saltos en la vegetación densa del bosque a poca altura del suelo.

Al paso de las hormigas guerreras los insectos se espantan y salen volando del lugar lo que aprovechan estas aves para comerlas. “Es un lindo espectáculo”, destaca Flores.

Los autores señalan que tuvieron suerte de registrar y fotografiar a esta ave en la Estación Biológica del Beni. Se desconoce el estado de su población, por eso Flores recomienda estudiar más sus características y tomar medidas para su protección.

Capriles, quien lleva 30 años fotografiando aves, destaca la belleza y colorido de las aves de la Amazonia, aunque reconoce que es más difícil tomar fotos de éstas en esa región por la abundante vegetación.

“Los machos son los más vistosos. Las hembras son más oscuras debido a que deben camuflarse para cuidar los nidos”, señala el experto fotógrafo.

Su importancia

Las aves son importantes por diversos aspectos, sobre todo por su interacción con otros animales y plantas de su hábitat, según la bióloga.

Actúan como dispersores de semillas, son polinizadoras y reguladoras de algunas poblaciones de insectos. Por su importancia es necesario protegerlas. “El conocerlas contribuye a ese propósito”, dice Capriles.

Para Flores, el trabajo en este campo tuvo avances significativos en las últimas tres décadas. Casi toda la avifauna de Bolivia ya es conocida. Se estima que con nuevas investigaciones el registro podría llegar a 1.430.

Pero también es importante que la gente que comparte su hábitat las conozca. A ello contribuye su libro, dice Flores. “Es para todo público, no sólo para especialistas, porque tiene un lenguaje sencillo que permite identificar a las aves”, destaca el fotógrafo.

Estos animales están en peligro en la selva amazónica debido a la caza, contrabando y por la deforestación en la región, como sucede con el más grande de la familia de los loros, el Ara macao (nombre científico) o Paraba Bandera (nombre común).

Flores y Capriles coinciden en que las autoridades deben fortalecer el trabajo dentro de las áreas protegidas, donde se encuentra el mayor número de especies de aves.
“Las autoridades deben fortalecer el trabajo dentro de las áreas protegidas donde se encuentra la mayor cantidad de aves”.

No hay comentarios:

Publicar un comentario