martes, 30 de noviembre de 2010

Seis investigaciones buscan sostener las áreas protegidas

Amazonia: Los trabajos analizan la situación económica, social y cultural en torno a las áreas protegidas del norte del país.

Seis diagnósticos buscan desentrañar los aspectos de la sostenibilidad de las áreas protegidas bolivianas en sus aspectos económico, cultural y social con el objetivo de promover estrategias para su conservación y desarrollo.

Todas las investigaciones son apoyadas por el Programa de Investigación Estratégica en Bolivia (PIEB), que lanzó la convocatoria en marzo de 2010, informó la coordinadora Carolina Díaz. Tras ser seleccionados, los trabajos empezaron a ejecutarse en julio de este año. “Al momento, han terminado la primera fase de investigación y a partir de estos resultados los investigadores se encuentran elaborando sus propuestas de intervención, cuya fecha está fijada para enero de 2011”.

La etapa de investigación del programa “Sostenibilidad de las áreas protegidas de la cuenca amazónica de Bolivia” cuenta con el apoyo financiero de la Cooperación Danesa. Los seis trabajos, aún en proceso, se presentaron hace una semana.

Entre las investigaciones destaca el “análisis del impacto de las megaobras y megaestructuras”, como las represas, que ponen en peligro la sostenibilidad de las áreas protegidas.

El trabajo del investigador Henkjan Laats plantea que la tendencia desarrollista con la que se ejecuta estas infraestructuras vulnera los derechos de los actores locales, en especial de los indígenas. Se han hallado efectos concretos en Pilón Lajas y el Madidi, las áreas con mayor riqueza en ecosistemas y especies de Bolivia, donde incluso se ha desplazado el hábitat de algunos animales.

Otra investigación, realizada por Fernando Prada, se centra en los “conocimientos técnicos y tecnológicos de los pueblos indígenas relativos a los recursos forestales no maderables”.

En este caso se tomó en cuenta los saberes indígenas de tsimanes y mosetenes de cómo aprovechan los recursos forestales y su relación con los planes de manejo de recursos naturales de la Reserva Biológica y el Territorio Comunitario de Origen (TCO) Pilón Lajas.

El objetivo de esta labor es describir e interpretar los saberes y prácticas indígenas relacionadas con la actividad de recolección de los recursos forestales no maderables.

También está en curso un “análisis del mercado potencial del chocolate en la ciudad de La Paz”, cuyos resultados señalan que existe una demanda de 36 toneladas de este producto por año. Los investigadores consideran que es una buena oportunidad para las poblaciones recolectoras de cacao silvestre en el norte de este departamento cuya potencialidad de producción es de 18 toneladas anuales de cacao orgánico.

Por su parte, Pilar Muiba analizó la “gestión territorial con responsabilidad compartida” en el Parque Nacional Madidi y en el pueblo indígena leco de Apolo, que sostienen un conflicto por la sobreposición de territorios. Se verificó que allí es necesario ejecutar acuerdos entre indígenas, el Servicio Nacional de Áreas Protegidas (Sernap) y otras instituciones.

Igualmente importante es la investigación de “financiamiento de las áreas protegidas y la consecución de recursos financieros para el autosostenimiento”, desarrollada por un equipo bajo la dirección de Sergio Eguino que detectó que los últimos años el Sernap redujo su dependencia de la cooperación internacional para manejar estas áreas.

En los años 90 dependía en un cien por ciento de la ayuda externa, hoy ese apoyo es del 68 por ciento, pues el 32 por ciento son recursos estatales.

El sexto proyecto es la “búsqueda de viabilidad económica institucional para el desarrollo de iniciativas de bosque y cambio climático en territorio indígena del Parque Nacional Isiboro-Sécure”, que alberga tres culturas diferentes. La construcción de la carretera Villa Tunari-San Ignacio fue la que motivó la preocupación respecto de los posibles efectos en los bosques y comunidades indígenas, ya que esta vía posibilitará nuevos asentamientos humanos y la deforestación.

Las megaobras generan impactos

El equipo coordinado por Henkjant Laats y Mirna Inturias explicó que en su indagación detectaron que existen grandes proyectos dentro de las áreas protegidas, como el Corredor Norte, el Complejo Agroindustrial San Buenaventura, actividades hidrocarburíferas, la represa del Bala y el puente San Buenaventura con sus accesos, que ponen en peligro la sostenibilidad de estas reservas naturales.

Los investigadores afirman que cada uno de estos proyectos trae una diversidad de conflictos entre los actores locales. Sin embargo, se busca alternativas para evadir esas amenazas, las cuales, plantean los investigadores, deben ser abordadas desde diferentes plataformas integradas por multiactores. “Para esto se les enseña a negociar”.

Los demás integrantes del equipo expresaron similar preocupación al analizar el impacto que tendrá la carretera Villa Tunari-San Ignacio de Moxos en cuyo trayecto dividirá en dos tanto el territorio indígena como el Parque Nacional Isiboro-Sécure.

Para destacar

En enero de 2011 todos los equipos deben concluir sus investigaciones, de acuerdo con las fechas fijadas por el PIEB.

En los documentos se espera contar con información relevante y novedosa para el manejo de las áreas protegidas.

1 comentario:

  1. Felicito la iniciativa de las investigaciones citadas, como se hace obvio debe detenerse el proyeto de "El Bala" ahora mismo. Haga algo para ello.

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