martes, 30 de noviembre de 2010

Fuego subterráneo inquieta en el valle


La tierra arde y se abren grietas inexplicablemente en Villa Nueva Felicidad, en cercanías de Villa Rivero, desde hace casi un mes

El fenómeno tiene intrigados a vecinos, labradores, jóvenes y autoridades que creen estar presenciando el nacimiento de un volcán.

Mientras tanto, hay dos estudios en marcha ordenados por la Gobernación y la Universidad Mayor de San Simón (UMSS) para identificar el origen de las lenguas de fuego que brotan espontáneamente del suelo, donde antiguamente existían unas vertientes.

Una primera apreciación de los técnicos del Servicio de Geología y Minería (Sergeomin) arrojó que las rajaduras del terreno están revestidas de “abundante materia orgánica” –lodo y material vegetal sedimentado– pero hace falta determinar el gas que emana de las entrañas y su relación con otras manifestaciones como las burbujas en el pozo de la familia Ponce, que está a unos 200 metros del incendio.

El director de Sergeomin, José Luis Villarroel, anunció que la prioridad es realizar un estudio de gases, para lo cual se iba a tomar una muestra de los mismos con insumos cedidos por la refinería. Una vez que se conozcan los resultados de los estudios de “cromatografía de gases”, en unos cinco días, se tendría más precisión sobre las características de este fenómeno natural.

En tanto, Alfredo Cáceres, especialista en análisis de suelos de la Facultad de Agronomía de la UMSS, declaró que nunca vio algo parecido al momento de tomar unas muestras del suelo que aún no se quemó ayer en un predio en Villa Rivero. “Tenemos que ver las características físicas y químicas de este material. Parece un fenómeno geológico que tal vez se genera en las profundidades de la corteza terrestre. Con la sequía, los acuíferos se agotan y esa parte queda hueca y con un deslizamiento tal vez se produce gas”, explicó.

Génova Coca fue la primera en ver los vestigios del extraño incendio hace dos años. Como vive a pocos pasos de las vertientes se acercó por curiosidad a unos pajonales que humeaban, pero cuando iba a separar los pastizales para ver el fuego, el suelo se derrumbo bajo sus pies, cayó y se quemó la rodilla. Por dos años archivó el accidente.

Tras la humareda del domingo los pobladores intentaron apagar el fuego con de agua, pero inútilmente concluir que no “era un incendio normal”.

El fuego atrae a vecinos de otras zonas

Es la segunda vez que Villa Rivero registra un fenómeno de estas características. El 19 de febrero de 2007 en la OTB Collpa Esquina, al norte del municipio, aparecieron muy cerca de un grupo de casas unas rajaduras que se asociaron a la extrema sequía que soportaba el valle alto. Entonces Sergeomin también realizó algunos estudios geológicos pero los resultados aún no fueron difundidos.


Mientras, el fuego espontáneo que arde persistentemente en Villa Nueva Felicidad, a unos 50 kilómetros de la ciudad, comenzó a notarse el 2 de noviembre y está a unos 10 kilómetros de distancia de las rajaduras de 2007. Por el momento, entre las medidas de seguridad que ha tomado la Policía ante el riesgo de que el gas que emana sea tóxico está el delimitar el área de acceso.

Pese a los controles, el lugar se ha convertido en el sitio más visitado de Villa Rivero en los últimos días. Cada día llega un centenar de personas a ver el fenómeno.


Algunas personas que se expusieron por mucho tiempo manifestaron haberse sentido mareadas, con dolor de cabeza y ronquera. Los vecinos del lugar comentaron que temen ser desalojados ante el riesgo de que las grietas atraviesen las viviendas más cercanas.

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