Alberto Acosta invitado a integrar el panel por los “Derechos de la Madre Tierra”, es un reconocido político en Ecuador, su país, en donde también defiende la distribución equitativa de los recursos naturales
¿Cómo evalúa la Conferencia Mundial de los Pueblos sobre el cambio Climático y los Derechos de la Madre Tierra?
Bueno, el objetivo se ha logrado, que es seguir abriendo los espacios para discutir los temas globales, como el calentamiento global desde la sociedad civil reconociendo que la pachamama es una sola, que no hay una pachamama global y una local, si no que los temas globales, nacionales, locales y regionales tienen que ser analizados de manera conjunta, yo creo que ese objetivo sí se ha conseguido.
¿Cree que se pueda lograr realizar una explotación equilibrada de los recursos naturales sin que esto afecte al medio ambiente?
Yo estoy convencido, si no se logra un manejo adecuado de los recursos naturales la vida en el planeta no va a ser posible para los seres humanos. Se debe recordar que los seres humanos no podemos vivir sin naturaleza y la naturaleza puede continuar viviendo sin seres humamos, eso implica que los seres humanos de todas las gestiones de todos los campos de actuación económico, por ejemplo, tienen que reencontrarse con la naturaleza, tenemos que tener una relación armónica con la naturaleza, las demandas del capital tienen que subordinarse a las lógicas de vida de los distintos conjuntos que conforman la naturaleza.
¿Usted como economista, puede explicarme cómo se puede lograr una relación armónica con la naturaleza sin que afecte a la economía establecida de los países, eso es posible, además tomando en cuenta los intereses económicos que tienen las potencias, cree que ellos logren aceptar las propuestas de protección al medio ambiente?
Bueno si no lo aceptan no van a seguir viviendo, podrán seguir acumulando capital un poco más y después el planeta se volverá invisible para todos los seres humamos. El gran reto aquí es: o seguimos con este modelo de muerte o damos paso al modelo de vida.
Sin embargo, en la misma Sudamérica, por ejemplo, Venezuela tiene como base de su economía la explotación de recursos naturales, y aquí en Bolivia…
Mire yo creo lamentablemente, que muchos gobiernos progresistas que han introducido cambios profundos y positivos para sus sociedades en América Latina siguen por la misma lógica extractivista. Yo creo que hay una suerte de extractivismo del siglo XXI más que un socialismo del siglo XXI y si esos gobiernos no cambian pues tendrán serios problemas ambientales y tendremos que seguir reclamando y manifestar nuestra posición contraria a esta lógica perversa.
En el caso de Bolivia se le ha propuesto al Presidente pasar de ser pregoneros a constructores usted está de acuerdo con eso?Bueno hay que luchar, hay que denunciar y hay que construir, ese es el gran reto que tenemos todos los seres humanos en los siguientes años.
Uno de los caminos para lograr un acuerdo común podría ser la realización de lo que el presidente Morales propone como un referéndum mundial?
Bueno ese es un camino, ir concientizando (sic) a la opinión pública, en ese sentido yo creo que el referéndum es un instrumento valioso, no va a ser vinculante por cierto, pero va a tener un enorme valor simbólico y por lo tanto político, la tarea es seguir construyendo entre todos las condiciones para cambiar el mundo ese es el objetivo final.
Cree que ese objetivo pueda ser compartido?
La lucha resulta difícil y compleja pero de la cual vamos a salir airosos.
Perfil
Alberto Acosta Espinosa, economista y político ecuatoriano, actualmente es profesor de la facultad de Ciencias Sociales Flaxo en Quito, formó parte de la cartera de ministros del actual presidente Rafael Correa, como Ministro de Energía y Minas. Acosta, además, fue presidente de la Asamblea Nacional Constituyente.
El 24 de junio de 2008 presentó su renuncia irrevocable a la Presidencia de la Asamblea (no así a su condición de asambleísta), ante presiones del gobierno y del buró político del Movimiento “País”, y por diferencias en ciertos temas con el gobierno de Correa.
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