domingo, 25 de abril de 2010

Chuquisaca pierde su bosque nativo por tala descontrolada

Otro factor es la falta de reforestación

Sucre, Evelyn Campos/CORREO DEL SUR

En Chuquisaca se están perdiendo extensiones considerables de bosques nativos debido a la tala de árboles y a la falta de reforestación; las instituciones responsables de su control aducen que por falta de recursos económicos, humanos y equipamiento para un control eficiente. Sin embargo, hay esfuerzos de las Alcaldías y Prefectura de Chuquisaca que están creando nuevos bosques; el año pasado se plantaron más de medio millón de arbolitos.

Según el secretario Departamental de Recursos Naturales y Medio Ambiente de la Prefectura de Chuquisaca, Julio Delgado, la deforestación está relativamente controlada en el Departamento por las instituciones responsables y por los propios habitantes; no se presentaron grandes denuncias.

No existen datos exactos sobre el porcentaje de deforestación pues el control requiere de equipos de última tecnología algo que no es accesible para la Secretaría Departamental de Recursos Naturales y Medio Ambiente debido a que no cuenta con recursos económicos suficientes.

Esta Dirección norma y establece multas y sanciones en el área administrativa, económica y legal, además tiene la facultad de impulsar, promocionar y fomentar el cuidado de los recursos naturales.

Chuquisaca está llena de montañas y cerros, muchos de ellos poseen bosques cuyo valor es la conservación del suelo además del valor social que tiene para los campesinos; la arboleda les proporciona plantas medicinales, material para construir sus viviendas y para usar como combustible. Estos pulmones naturales también son una fuente de alimentos vegetales y animales.

Chuquisaca al poseer varios pisos ecológicos adquiere características muy variadas que potencian los bosques nativos de montaña, haciéndolos valiosos; tienen más especies de árboles como el pino de monte, nogal, cedro, cedrillo, arrayán, lapacho, timboy, mara, quina quina y otros, que los bosques tropicales.

RESERVAS NATURALES

En Chuquisaca existen dos reservas naturales: La Serranía del Iñao, con una superficie aproximada de 2.630 kilómetros cuadrados y el Área Natural de Manejo Integrado El Palmar, que tiene una superficie de 595 kilómetros cuadrados; ambos tiene una gran y valiosa variedad de árboles.

Los bosques nativos poseen entre 15 a 20 especies de árboles diferentes, unas más ricas que otras.

PLAN DE MANEJO INTEGRAL

De acuerdo a un Plan de Manejo Integral, una regla establece que si en un bosque nativo se corta diez árboles, se debe reponer plantando 20 árboles; sin embargo, Romero aseguró que esa norma no se cumple en ningún lugar del Departamento.

"Es más, hay otra norma que dice que en un bosque nativo primero se debe seleccionar las plántulas madres que producen semillas, para no cortarlas; pero son las primeras en ser seccionadas porque son las más gruesas y las que más se destacan", expresó Romero.

Cuando se ha aplicado un plan de manejo en una zona, no se puede volver a tocar el lugar por cinco años con el fin de que recupere el sector, se reproduzcan las especies taladas y empiecen a crecer. Asimismo, es prohibido el ingreso de animales porque pisotean y comen las plantas que están creciendo.

OTROS EFECTOS

También se debe considerar que al cortar un árbol no sólo se mata al árbol sino a las otras especies de plantas que están en el suelo y a los posibles habitantes del árbol.

Empero, hay que saber utilizar los árboles porque cuando llegan a cierta edad –entre 80 ó 90 años- muere de a poco si no ha sido cortado; las bacterias y larvas consumen su centro.

UTILIZACIÓN INDEBIDA DE BOSQUES NATIVOS

El ex coordinador de la Liga de Defensa del Medio Ambiente (LIDEMA) y la Asociación Sucrense de Ecología (ASE) además de ex director del Plan Agroforestal de Chuquisaca (PLAFOR), Rolando Romero, evidenció que se está perdiendo grandes extensiones de bosque, especialmente por Monteagudo, donde está el mayor problema; allí existen bosques hermosos donde no hay el control suficiente, pese a que hay técnicos que aplican planes de manejo forestal.

Según el especialista, no hay una buena supervisión por falta de recursos económicos, humanos y de equipos; los bosques son casi inaccesibles al situarse en serranías sin caminos, donde apenas puede ingresar el ganado mular. Para ejercer un buen control se requiere de helicópteros o avionetas por lo accidentado del lugar.

Detalló que los campesinos de esos lugares cortan los árboles nativos sin autorización, los reducen en piezas pequeñas y van a venderlos a unos 55 carpinteros que trabajan en Monteagudo.

COMERCIO ILEGAL

También actúan así algunos propietarios de empresas que no realizan un plan de manejo forestal, con lo que se ingresa a un mercado negro que comercia ilegalmente la madera.

Según observó el profesional, gran cantidad de madera, en rollizos, sale de inmediaciones de Monteagudo rumbo al exterior por el Paraguay, con destino al Japón. Llevan sobre todo la Quina Quina, que es muy apreciada por los asiáticos.

De esta forma, Romero aseveró que son ciertas las denuncias sobre la exportación de madera a países asiáticos.

"Por esos rollizos una persona en Bolivia llega a ganar 10 dólares, en cambio en el Japón ganan unos 300 dólares por ese pedazo de madera".

"He visto con mis propios ojos, cómo camiones enteros van hacia el Paraguay, repletos de rollizos y con la autorización de la ABT", afirmó.

A decir de Romero, habría una sola empresa en Monteagudo que trabaja respetando las normas; transforma la madera en parquet, subiendo así el valor de su producto, incluso llevó maquinaria importada.

BOSQUES CREADOS POR EL HOMBRE

En los bosques más cercanos a Sucre y en Villa Serrano, creados por el hombre, los campesinos ante el requerimiento de los "callapos" (troncos de eucalipto usados para la construcción), están cortando plantaciones de varias especies de pinos.

Cortan un árbol de pino – de 10 u 11 años- que estaba valorizado entre 100 a 160 dólares, para venderlo como callapo a 10 bolivianos. Así mata un árbol; el pino no retoña como lo hace el eucalipto.

El ex coordinador de la Liga de Defensa del Medio Ambiente (LIDEMA) y la Asociación Sucrense de Ecología (ASE) además de ex director del Plan Agroforestal de Chuquisaca (PLAFOR) también constató que en Punilla se está cortando bosques enteros, con una técnica incorrecta cuando se debería recurrir al "raleo".

En el pasado la ex Corporación Regional de Desarrollo de Chuquisaca (CORDECH) plantó hasta 3.000 árboles por hectárea, cuando el ideal de árboles plantados es de 280 por hectárea, con el propósito de que esos "seres verdes" engrosen hasta unos 50 centímetros para que tengan buena madera.

Romero explicó que cada cierto tiempo se debe "ralear" la arboleda, es decir cortar los árboles más débiles dejando los más fuertes; si se quedan hacinados, son muy delgados y crecen desmesuradamente buscando la luz del sol.

"Los bosques están siendo mal manejados por los campesinos", aseguró.

CREACIÓN DE BOSQUES

En la gestión 2008 la Prefectura de Chuquisaca a través de la Dirección de Recursos Naturales y la Secretaría de Recursos Naturales y Medio Ambiente forestó 345 hectáreas en el Departamento, con un presupuesto de Bs 3.400.000. Asimismo, licitó la compra de 3.992 rollos de alambre de púas y 3.992 kilos de grapas para proteger los bosques.

Para el Chaco adquirió 60.000 plantas de leucema, chamba, lapacho y cedro. De igual forma para Chuquisaca Norte adquirió 105.000 plantas de pino radiata, pino patula, pino psudostrobus, tipa y eucaliptos. En Chuquisaca Centro plantó 180.000 plantas de pino radiata, pino patula, pino psudostrobus, tipa y eucaliptos, utilizando 998 rollos de alambre de púas y 998 kilos de grapas en cada región. En el sector de los Cintis quedó desierta la adjudicación de plantas.

En cambio, en la gestión 2009 la forestación que llevó adelante la Prefectura aumentó a 515 hectáreas, pero con un presupuesto que se redujo a Bs 1.000.000, porque las plantas se produjeron en viveros de los municipios de Huacareta, Monteagudo y Muyupampa, del sector del Chaco donde se plantaron 15.000 plantas.

En Chuquisaca Norte se plantaron 170.000 plantas, en los municipios de Presto, Icla, Mojocoya, Yamparáez y el Distrito 8 de Sucre.

Asimismo, en los municipios de Azurduy, Tarvita, Alcalá y Villa Serrano de Chuquisaca Centro, y San Lucas, Culpina, Incahuasi, Camargo y Villa Abecia de los Cintis se plantaron 150.000 árboles. Sumando entre todas 515.000 plantas.

Sin embargo, este informe no refleja el total de hectáreas forestadas en Chuquisaca en ambas gestiones, pues cada municipio tiene su propio plan forestal, que es viabilizado con plantas provenientes de sus viveros.

TALARON MÁS DE 100.000 HECTÁREAS EN 2009

Más de 100.000 hectáreas de bosques, en el oriente y sur del país, resultaron afectados en el 2009 por desmontes ilegales, informó la Autoridad de Fiscalización y Control Social de Bosques y Tierras (ABT) en enero de este año. "Los desmontes ilegales registrados en la pasada gestión, han superado las 100.000 hectáreas y se encuentran bajo proceso administrativo sancionador, con una multa pecuniaria superior a los 50 millones de bolivianos, que deberán ser pagados por los infractores", explica una nota de prensa de esa entidad.

Según Rolando Romero para preservar los bosques nativos y los creados por el hombre, las autoridades de las alcaldías de Chuquisaca podrían crear en cada municipio una guarda forestal, que permita conservar y manejar técnicamente los bosques, mediante proyectos sostenibles.

Según la Secretaría Departamental de Recursos Naturales y Medio Ambiente de la Prefectura, Chuquisaca está entre el tercer y cuarto lugar respecto a las plantaciones forestales en el país.

UN POCO DE HISTORIA

En Bolivia la primera vez que se creó un Plan Forestal fue en Chuquisaca a inicios de la década de los 80, cuando la Corporación Regional de Desarrollo de Chuquisaca (CORDECH) plantó 9.000 árboles en Punilla y Villa Serrano.

Posteriormente, en la década de los 90, el desaparecido Plan Agroforestal de Chuquisaca (PLAFOR) llega a plantar 5.000 hectáreas de pino patula, pino radiata, pino psudostrobus en Chuquisaca Centro y Norte, gracias a la cooperación Suiza.

Según datos proporcionados por el Servicio Nacional de Áreas Protegidas (SERNAP), Bolivia representa el 3 por ciento del total de la superficie terrestre, 1.098.581 kilómetros cuadrados y es uno de los 15 países más megadiversos del mundo.

Alberga al 15 por ciento de aves, al 8% de mamíferos, al 4% de reptiles y al 4% de anfibios del planeta; además de contener a un 8% de plantas vasculares.

La exclusiva biodiversidad del país está asociada también, según el SERNAP, a la riqueza cultural de los pueblos indígenas, originarios y campesinos agrupados en 36 nacionalidades.

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